Desde pequeña me había encantado el mundo de la personificación de personajes, la estética, el estilismo... sabía muy de pasada lo que era el Cosplay, eran este tipo de cosas que, en cuanto te lo nombraban sabías de qué te hablaban, pero al minuto se te olvidaba que existía, principalmente porque en mi pueblo y en sus alrededores no había Expo Comic, Japan Weekend y demás "expocosas", era poca la información que recibía acerca de estos eventos por no decir nula.
Cuando fui a vivir a Guadalajara, fui por primera vez a la Japan Weekend de Madrid con una chica de la residencia de estudiantes en la que empecé a vivir. El evento me encantó ya que siempre me ha gustado el mundo del cómic en general, y el ambiente me resultó agradable y desenfadado, por no hablar del tema cosplay, el cual me pareció muy curioso y me atrajo desde el primer momento, pero no llegué a plantearme que yo pudiera hacer uno.
Ya pasado un tiempo desde mi instalación, mi reciente pareja, la cual nunca había hecho cosplay, me propuso que nos hiciéramos uno juntos. Él iba a hacerse el traje de Prince of Persia, del juego Warrior Within. Me propuso hacerme a Shadee o a Kaileena, y desde el principio la idea me pareció fantástica (a la par que romántica) y me decidí enseguida por el traje de Kaileena.
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